Léase hasta el final.

Pienso ser arrastrado en estos momentos, estoy cansado y aún así no puedo dormir.
Probablemente esta noche caigan nuevas lágrimas, como ayer, como antes de ayer, como hasta hace dos semanas, dos semanas ininterrumpidas de lágrimas fugaces que humedecieron mi almohada, recordándome que no puedo dar un solo paso sin retroceder dos, o incluso tres.
Pienso siempre en realidades alternas, la que más feliz me hace es en donde estoy lejos, sin nadie que me conozca, sin los amigos que defraudé, sin las personas que me dieron buenos consejos y ofendí con soberbios gestos, sin ellos que vieron en mi una persona de gran porvenir eclesiástico y defraudé, si, de poco en poco, de palabra en palabra, de acción en acción.
Quiero irme lejos; al igual que muchos, estoy seguro.
Iniciar de cero, olvidar completamente a las personas que defraudé, cuyas voces y rostros aparecen cada vez que cometo un error,(y son muchos).
No tengo reparos en decir lo que siento, lo que pienso; y eso significa admitir que me siento estúpido, vano, falso, asustado, lleno a más no poder de malos recuerdos, un desperdicio de tiempo, palabras y buenos deseos.
Estoy en modo stand-by(automático), y a nadie le importa, a nadie le importa lo que escribo, lo que siento o lo que quiero, y no los culpo, pues gran parte de lo que escribo no es cierto, gran parte de lo que siento no demuestro y gran parte de lo que quiero no es mío.
Pocas veces me e sentido seguro, cuando era abrazado por mis padres, o cuando jugaba a ser el rey del mundo.
No tengo un ejemplo a seguir, la figura que supuestamente debería serlo, hasta ahora me sigue pareciendo extraño, tan atormentado como yo por su pasado que creo eso es lo único que tenemos en común, además de los rasgos, tenemos un pasado que no nos permite escapar, un presente incierto por nuestra inseguridad.
Esta noche beberé un poco de mis lágrimas de nuevo, para evitar que parte de mi se pierda de nuevo, para evitar que el espectro mio, ese que me atormenta en mis pesadillas, el mismo cada noche, el mismo todos los días, termine por consumirme.
Mi condición cardíaca endeble se agrava cada día, desde que dejé ir mis sentimientos, desde el día que admití mi derrota, me e sentido peor, nada a sido igual, parece medio año, parece más de un año, parecen casi dos.
Búscame al final de la batalla, cuando haya perdido oficialmente, búscame entre los cadáveres decapitados, reconóceme por mis manos, esas que no han podido tocar tu alma, lava mis heridas con unas lágrimas, borra mi recuerdo de esa parte de tu memoria que estoy ocupando en vano, nunca podré decirte que te extraño, nunca podré susurrarte un poema de los muchos que no llegaste a conocer, nunca podré saber si eras tú la que los salmos cantan, no sabrás tú si tal vez era yo el que tus canciones hablaban.
El reloj marca ya más de la media noche y estás aquí a mi lado, mi taza roja de café preferida tiene tu nombre, me recuerda tus labios, tan inalcanzables, tan rojos como la sangre que tanta vida es, tú tan colorida, yo tan gris.
Estás aquí a mi lado, te siento y tomo de la mano, sé que no es cierto, pero aún así te tomo de la mano, solo es aire, lo sé.

Línea a tus ojos.

Hay algo en tus ojos,
no necesitan estar en la luz correcta,
pues siempre que los veo,
me recuerda que estoy vivo,
me recuerda que valen la pena
mis intentos de ser mejor.

Y por extraño que pueda sonar,
en sueños te he buscado,
junto a tí mi alma se a imaginado.

¿Puedes compartir conmigo esa luz?,
eres infinitamente tierna,
¡oh, niña blanca!,
compárteme el secreto que guardan tus tranquilas noches,
permíteme tomar un poco de tu calma,
dormir entre tus manos...

Hay algo cuando ella habla,
la manera en la cual sus labios bailan,
mil de mis poemas no alcanzarían,
no puedo verte a los ojos,
pues cada vez que lo hago,
mi imperfección me mata.

Ad honorem.

¡Oh, cielo azul!
tan gris te estás portando conmigo,
recuerda que una vez te pedí,
en lágrimas ser algo,
y ahora llueves solo para mí.

¡Oh, cielo estrellado!
fue solo un sueño,
un dulce sueño de invierno,
una idea, una mentira,
eso es lo que alguna vez quise,
sé que no se me dará.

¡Oh, frío viento nocturno!
sílbame su nombre,
anda a su habitación
y roza su mejilla de mi parte,
no hagas frío para ella,
en su lugar me ofrezco yo.

¡Oh, Erato!
soy el villano,
el estúpido villano de mi historia,
soy el poeta que le escribe a la nada,
porque ella quizá no exista.

¡Oh, Morfeo!
devuélveme las ganas de dormir,
¡ya no quiero escribirle de noche!,
ella duerme,
ella duerme en un mundo sin mí.

"Sálvame..."

(Odio, impotencia, frustración, desamor, despecho, desilusión)

Triste amor, aunque sé eres del cielo,

ya ríndete por favor,

la pasión está muerta,

mi vida está por caer.

Mi corazón es infiel,

tu cuerpo es de alquiler,

mi cuerpo está magullado

y ni yo sé qué hacer...

Graba tu nombre en mi piel,

me encantan las mentiras,

estoy rendido a tus pies,

¿acaso hay algo más que hacer?

todo está dicho,

pero mi mundo sigues siendo tú.

Estúpido amor,

no me gusta escoger,

pues escojo lo mismo siempre,

y lo mismo eres tú.

Atento a todo,

pues todo hiere en sí,

todo ese veneno

ya no hace daño al fin.

Tontamente todo sale a la luz,

mis miedos saben nadar

y lo hacen hasta ti,

¡oh, estúpido amor ya ríndete!,

¡por el amor de Dios!, 

¡ya no hay nada que hacer!

Aquí está mi mente,

te pido mires mis ideas,

¿qué más puedo darte?,

si tuya es mi fe...

Interpretación:

(Triste amor, aunque sé eres del cielo, ya ríndete por favor, la pasión está muerta, mi vida está por caer), reflexión de un amante truncado, que al no poder consumar el amor albergado en su interior, se pide así mismo que la olvide antes de sentirse peor.

(Mi corazón es infiel), uso la palabra corazón para encasillar todos los sentimientos y al agregarle el adjetivo infiel, me refiero a la naturaleza engañosa de los sentimientos.

(tu cuerpo es de alquiler), línea inspirada en la canción "Bodysnatchers"(ladrones de cuerpos) de Radiohead, la frase tiene como objetivo expresar que ella es un ser celestial y/o ajeno a este mundo, que solo tiene ese cuerpo como parte de su existencia terrestre.

(mi cuerpo está magullado y ni yo sé qué hacer), el alma reside en el cuerpo(ideas mías), por lo tanto, pase lo que pase al cuerpo, el daño se extenderá hasta el alma, en este caso, mi alma está golpeada y no puedo defenderme ante ello.

(Graba tu nombre en mi piel), márcame como uno más.

(me encantan las mentiras, estoy rendido a tus pies), los sueños son mentiras esperando hacerse realidad, no expresé directamente: me encantan los sueños - me encanta soñar; ese es ya un cliché muy usado en la poesía.

(¿acaso hay algo más que hacer?, todo está dicho, pero mi mundo sigues siendo tú), otra vez, vuelvo a la resignación, todo está perdido, no obstante, aún guardo el recuerdo perfecto de la primera vez que tuve directamente a mi musa.

(Estúpido amor, no me gusta escoger pues escojo lo mismo siempre, y lo mismo eres tú), en resumidas cuentas, aún cuando ya no tengo fuerzas, ella me anima, aún sin haber hablado físicamente con ella, aún así lo hace.

(Atento a todo, pues todo hiere en sí), aunque a mi alrededor solo hay traición, sigo creyendo en la lealtad, aún esta no sea recíproca.

(todo ese veneno ya no hace daño al fin), el ambiente me a tratado hostilmente, pero ya me acostumbré, ya no hace daño al fin.

(Tontamente todo sale a la luz, mis miedos saben nadar y lo hacen hasta ti), la verdad siempre prevalece, aún sea de la manera más ridícula y menos pensada esta surge, al hacerlo, mi alma queda descubierta y mis temores salen huyendo, huyen hacia ti porque así como yo seré tu soporte emocional, espero seas el mío también.

(¡oh, estúpido amor ya ríndete!, ¡por el amor de Dios!, ¡ya no hay nada que hacer!), a pesar del previo romántico, nuevamente me pido a mi mismo olvidar, ella tiene un camino, ningún motivo a de hacerla retroceder.

(Aquí está mi mente, te pido mires mis ideas), inspirada en la parte de la canción "The Scientist" de Coldplay, "tell me your secrets, and ask me your questions...", la mayor prueba de amor que puedo darte es mi honestidad y mi solemne declaración de lealtad, si alguna vez llegase a suceder, serás libre de preguntarme lo que desees.

(¿qué más puedo darte?, si tuya es mi fe), no hago apología a alguna clase de idolatría, no se entienda eso por favor, si bien es cierto, la palabra fe se usa en la religión, mi objetivo es que se entienda lo siguiente: tuya es mi fe, tuya es mi esperanza, tuya es mi confianza.

Redención

Y así fue, que surgió de la nada el fiel reflejo de un romántico empedernido, villano de su propia historia, preso en sus ideas.

_¡Despierta!, ¡estás soñando!.
Esas tres palabras me bajaron como bala, hicieron mella en lo más profundo de mi lánguido cuerpo, lo que por un tiempo sentí fantástico, se desvanecía, de nuevo...
No pude retenerla, mis lágrimas se tiñeron en sangre, sostuve de sus pequeñas manos tan fuerte y a la vez tan débil, esperando así poder transmitirle lo que sentía, nada.
Una lágrima esbozó mi iris, recorriendo mi rostro hasta desembocar y besar el suelo con la misma ternura que solía(y suelo)decir su nombre; susurré un perdón, suspiré.
¡Desdichado de mí!, ¡torpes ideas!, bramaba mi conciencia, la cual me pedía a gritos saltar.
¿Cuál es el apuro?-reaccioné-.
Reí maquiavélicamente, alimentando así la parte oscura de mi alma, la cual buen tiempo no e dejado salir.
Salí de mi habitación a hecharme un poco de agua, bajando las escaleras no pude evitar sentir ese aire frío, el sonido chillante de los grillos cantándole a la luna mil y un amores, cerré los ojos levemente, fruncí las cejas.
Déjà vü.
Una imagen me obligó a odiar tanto a una persona, así, sin tener la más remota idea de quién sería, así de fácil odié.
Tan errado como el título de esta pseudocolumna, era un sentimiento errado.
Corrí todo lo que pude, me detuve, sentí un material frío en la parte occipital de mi cráneo y un susurro me paralizó, una voz alicaída y familiar me dió el buenas noches, sentí miedo de lo que sucedería, sentí el dulce final de dos historias, la mía y la de el álter-ego que me domina, sentí la redención.

Soñador perpetuo.

(Esta columna ya es antigua, pero aún siento que dejé gran parte de mi alma en ella..)

Últimamente olvido las cosas, resuelvo mis asuntos a última hora, no sé a dónde va mi dinero, no sé porqué escribo cosas tan tristes, no sé porqué después de sentirme tan mal, no puedo llorar. Puedo estar equivocado, lo cual es muy raro y no exagero cuando afirmo que pocas veces fallo, pero así es. ¿Eres feliz?, me preguntaron por ahí; yo solo opté por distraer la atención de mi interrogador a un sujeto que parecía más infeliz que yo. Repito que no soy feliz y que no hace falta serlo, entonces, ¿qué es lo que siento cuando veo a mi denominada niña blanca?. Las palabras que manejo no han hecho nada a mi favor, prefiero callar a tener que mentir para ocultar mi verdad. Le escribo a mi denominada "niña blanca", y sí, es real.

Niña por la inocencia que siento en ella; blanca por la pureza que el color por derecho otorga; aunque también puede ser la más sencilla descripción que le doy. Porque quizás ella sea mi redentora, la niña que muchas noches me habla en sueños, esa luz que me guía en las noches que no puedo dormir, la niña con aires de mujer a la que hasta ahora no e visto bien a los ojos y ella tampoco a mí, pero aún así sabe lo tan herida que está mi alma.

¿Puede haber algo más triste que no saber el color de tus ojos?, para mí no hay...

¡Espérame un poco niña blanca!, aunque algo me dice que no estaremos juntos, ¡espérame aunque sea para verte volar!, porque siento que los ojos de alguien ya están en ti y tú le correspondes.

Permíteme regalarte estas líneas, antes de terminar esta pseudo-columna:

A pasado más de un año y aún no estás,

tranquila, mi fe sigue latente,

esperaré mil días y uno más,

para solo volver a hablarte...

Perdón por no darme el lujo,

el lujo de ceder ante mis emociones,

aún así no pienso cerrar estas heridas,

querer en silencio nunca antes había dolido tanto.

Siete

Graba tu nombre en mi frente,
con un cincel y golpes secos por favor,
no creo que vaya a dolerme,
pensar así en ti ya es suficiente.

Estúpida soledad,
si deseas te ofrezco mi cabeza,
pues sé que soy egoísta,
pero es que también soy desechable...

Los sentimientos son engañosos,
mi única solución es mentir y dejar atrás,
ahora estoy frío y no tengo nada,
solo puedo ofrecerte lágrimas,
pues son lo más cerca que estarán de mi triste verdad.

Palabras nuevas ya no aprendo,
no tiene sentido ni tino,
estoy conciente de que vivo por vivir,
de nada sirven mis deseos,
lo único que necesito es tranquilidad,
tu nombre en mi frente,
solo eso quiero...

Cántame un salmo y graba tu nombre,
sé que serán siete golpes,
te prometo sonreír con los ojos cerrados
el dolor será momentáneo,
pero tu recuerdo eterno.

¡Oh, niña blanca!,
estoy aceptando el hecho de no ser nunca,
el que te lleve el sustento día a día,
no conocerte más allá de esta mi triste condena,
solo te pido que me permitas,
por un momento verte a los ojos,
rozar tus cabellos,
decirte en voz baja que lo siento,
pues sé que de uno u otro modo,
no habría podido consumar esta sensación abstracta.

¡Niña de tal vez ojos negros!,
nunca lo sabré.

¡Nunca renunciaré a escribirte!,
tuyas son las noches que no puedo dormir,
como esta...
¡contempla mis cadenas!,
¡mi suerte esta hechada!,
la luna misma me dice,
que tus noches,
tienen otro nombre,
que yo...
nunca fui nada.